Hola, un gusto saludarte
Hoy quiero presentarte una reflexión sobre el impacto que pueden tener tus palabras y el ambiente laboral, y aquí me refiero a la palabra de todos nosotros, porque cada uno ayuda a construir o desalentar su entorno laboral.

Vivimos en un mundo laboral donde, lamentablemente, muchos ambientes están cargados de una energía negativa que se alimenta constantemente de la crítica, la queja y el juicio hacia los demás. Estas dinámicas, lejos de quedarse dentro del lugar de trabajo, se trasladan a nuestra vida personal: a nuestro hogar, a nuestro tiempo libre, incluso a nuestras noches de descanso.
Por lo tanto, esta carga emocional no solo afecta la productividad, sino también nuestra salud mental y emocional. ¿Qué hacer ante un entorno así? Hoy quiero invitarte a una reflexión profunda y honesta: tu palabra y el ambiente laboral se conectan y es una realidad. Lo bueno es que al entender nuestras actitudes empezamos a reconocer que son claves para transformar el ambiente laboral en algo más positivo y constructivo.
Tu aporte, tu responsabilidad
Muchos esperan que las empresas sean las que generen un ambiente agradable. Sin embargo, olvidamos que cada uno de nosotros es parte activa de ese entorno. Formamos parte de un sistema vivo: el recurso humano. Por eso, aunque dos empresas compartan procesos, políticas o incluso una misma cultura organizacional, nunca serán iguales si están compuestas por personas diferentes.
Entonces, más allá de la empresa, la invitación es a mirar hacia adentro: ¿ qué estás haciendo tú para mejorar el ambiente donde trabajas? ¿ cómo son tus palabras y el ambiente laboral?
El poder de la palabra
Por esta razón, resaltó que un elemento crucial que marca la diferencia en el ambiente laboral es lo que decimos. Las palabras no solo comunican, también crean realidades. Si te acostumbras a hablar mal del jefe, de tus compañeros o de las situaciones laborales, tu mente terminará reproduciendo esos mismos pensamientos fuera del trabajo. La crítica constante se convierte en hábito, en estilo de vida… y eso se vuelve una carga muy pesada.
Pero así como se puede aprender a criticar, también se puede desaprender y transformar.
Cambia el foco: de lo externo a lo interno
Aquí se encuentra lo mejor de lo mejor, para mí la clave está en dejar de enfocarnos en lo que hacen los demás y empezar a trabajar en nosotros mismos. Cultivar buenos pensamientos, leer libros inspiradores, rodearnos de personas positivas, y sobre todo, tener el compromiso diario de hablar con respeto, con intención constructiva, y no desde la crítica destructiva.
Cuando decides hacer una “dieta de quejas y chismes” y en su lugar eliges el silencio o la palabra positiva, te liberas. Empiezas a influir positivamente en tu entorno y, aún más importante, comienzas a sentirte mejor contigo mismo.
Pequeñas decisiones, grandes cambios
No se trata de negar la realidad o evitar señalar lo que no funciona, sino de hacerlo desde otro lugar: con propuestas, con empatía, con la disposición genuina de aportar. Si cada uno de nosotros hiciera ese esfuerzo personal, el impacto colectivo sería enorme.
Y si hoy estás rodeado de personas negativas, no caigas en lo mismo. Sé tú ese punto de equilibrio. Pregúntate: ¿Qué puedo hacer yo hoy para mejorar mi entorno? A veces, solo basta con callar una crítica, hacer un cumplido, o simplemente sonreír.
Te invito a ver mi video “Tus palabras y el ambiente laboral”, en mi canal de you tube @mirianentrevistalaboral y que puedas profundizar un poco más en este tema.
Conclusión: mejora tú, y mejorarás tu entorno
Tu palabra tiene poder. Siiiiiiiii, si y un gran SI. Lo que dices refleja lo que piensas y lo que sientes. Si cambias eso, cambias tu experiencia laboral. Y como beneficio adicional, mejoras tu relación contigo mismo, con tu familia y con el mundo que te rodea.
Haz el ejercicio. Lee más. Rodéate de cosas buenas. Llena tus sentidos de mensajes positivos. Y verás cómo tu vida —y tu trabajo— se transforma.
Deseo para ti lo mejor: que lleguen los buenos empleos, las mejores oportunidades, y que compartas esta reflexión con alguien que lo necesite.
Un abrazo
Mirian Fernandes
www.mirianentrevistalaboral.com
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